Cazador rápido y letal, Félix Vulturi es el más cauteloso de la guardia, un hombre que aparenta ser reservado y frío, aunque lejos de ser calculador, si no fuera por su condición de guardia, sería simpático y leal.
Corrían tiempos de la inquisición cuando Félix fue convertido en vampiro, según su propia mente, no recuerda quién ni cómo lo convirtieron, pero se sabe a ciencia cierta que al vagar por Europa durante años saciando su sed con todo aquel que se le cruzaba enfrente, hizo de este hombre un ser hostil y desapegado de toda humanidad en aquel entonces.
No fue sino hasta que Demetri lo encontró en un callejón sin salida de Volterra, que se sorprendió de su alto nivel de persecución y caza, e inmediatamente dio informes detallados a Aro, Marco y Cayo para que lo reclutaran en su guardia.
El entrenamiento de Félix no fue fácil, pues a pesar de ser siempre un excelente cazador, tenía constantes sentimientos de culpa acerca de su condición vampírica, pero Aro se encargó de condicionarlo para que separara sus sentimientos humanos de su mente y saciara su sed de manera inteligente.
Al tener un parámetro de liderazgo a seguir y viendo los privilegios económicos que se le daban, Félix guardó leal obediencia a los Vulturi, instruyéndose en las artes de la guerra, idiomas y diversos conocimientos.
Su temperamento es en el fondo demasiado gentil, pero sabe a ciencia cierta, que si tiene un atisbo de “debilidad” Jane lo hostigará hasta el cansancio, por eso su comportar agresivo y letal, siendo su especialidad andar por los túneles escondidos de Volterra.
A pesar de ser un asesino experimentado, Félix al conocer a Bella quedó cautivado con la humana y su olor, y comprendió muy en el fondo la obsesión que Edward tenía con ella, sintiendo una atracción física hacia ella con atisbos de compasión que el mismo Edward leyó al leer su mente, pero que Félix no se tenía permitido por su condición de guardia y por aquel fatídico recuerdo de la historia de Marco con su esposa Dídyme y la traición de Aro hacia su amigo y su propia hermana, hicieron de este vampiro un ser más cauteloso y hostil.
Si Félix sigue con ese comportamiento y miedo a los Vulturi, quizá nunca pueda volver a recuperar su esencia humana que a pesar de los años, no ha quedado del todo escondida, pero el inmortal prefiere la seguridad que los miembros de la realeza vampírica le puedan brindar.
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