Preciosa y sádica en extremo, su caminar es ligero y su hablar es como un canto de sirena, así la define Bella cuando la conoce, la niña-mujer consentida de Aro es sin duda, una de las mejores armas letales del clan de los Vulturi.
Jane nació en un pueblo llamado Cambeo, Santo Estevo, al centro de Galicia, a mediados del siglo V junto con su hermano Alec,ambos gemelos crecieron en la época de la edad media, etapa del oscurantismo donde imperaba la producción feudal y el imperio Católico de la inquisición, dominaba toda Europa.

Al ver su madre que los niños los aislaban en el catecismo decidió ella misma ser la institutriz, pero el paso del tiempo y los constantes dolores de cabeza que la niña le causaban por culpa de la tensión que ella provocaba, hicieron enloquecer a la madre a tal punto, que su fanatismo religioso la encegó.

Jane adquirió un especial rencor hacia sus padres, por lo que él único ser en el que puede confiar en el mundo es su hermano, que desgraciadamente también se siente aislado de la sociedad, pero sólo un hombre los entiende: Aro.
Aro Vulturi por aquel entonces viajaba por España para “cazar talentos”, en ese entonces era difícil encontrar personas con dones especiales debido a que la inquisición torturaba a muchas almas inocentes por banalidades, el vampiro hastiado, decide dejar su búsqueda a cosas más importantes, hasta que conoce a Jane y Alec durante su juicio, pero le llaman especialmente la atención la manipulación y sagacidad de Jane a su corta edad, pues una niña de tan sólo 8 años estaría atormentada y asustada ante amenazas de muerte.
Aro decide reclutarla, y minutos antes de prenderse la hoguera, ambos niños son rescatados de las garras de la inquisición, pues los hermanos Vulturi saquean e incendian la ciudad entera con el único objetivo de llevárselos y entrenarlos para su guardia.
Desde entonces Jane ve a Aro como a su padre y líder a seguir, pues la lealtad y admiración hacia el hombre que la rescató de su mundo cruel, la hacen una de las armas más letales y dignas de ser cuidadas.

Así se exacerban sus poderes, y Aro descubre que la niña puede infligir dolor psicológico como tortura, hasta matar a quién ella se lo proponga.

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